El entusiasmo por Islandia me invade y quiero buscar más sobre este país y cómo una población tan revolucionaria (calificativo que se le pone en el artículo) y unos políticos tan sabios pueden llegar a la situación de crisis en la que se encuentran, y cual es mi sorpresa cuando descubro que los Islandeses ya fueron los más listos del mundo hace unos años...les explico.
Islandia era a principios del siglo XX una de las naciones más pobres de Europa por no decir la más pobre, hasta que a principios de los ochenta privatizó la pesca e hizo millonarios a unos cuantos pescadores. A partir de ahí, el liberalismo inundo el país al más puro estilo de Friedman y la economía del país subió a un ritmo desmesurado,situándose sus habitantes con una renta per cápita de las más altas del mundo.El punto álgido se produce tras la privatización de los bancos, los cuales comenzaron a ofrecer rentabilidades del 15% atrayendo así los ahorros de media Europa. Mientras tanto daban créditos a los islandeses muchas veces sin garantía de devolución real. No era raro que las familias tuvieran tres casas, coches deportivos y demás artículos de lujo comprados con préstamos. Cuando se encendió la mecha de la crisis hipotecaria de Estados Unidos, los bancos islandeses fueron de los primeros en caer, las bolsas se desplomaron, la inflación se disparó y la moneda se devaluó.
De repente el país más feliz del mundo pasó a ser el que más sufría la crisis. Los mismos gobernantes que habían obrado el milagro económico tuvieron que dimitir tras una ola de protestas que llevó al 15% de la población a las calles. Muchos de los que antes trabajaban en los magníficos bancos islandeses ahora han vuelto a la pesca, que parece ser es la verdadera riqueza de ésta nación, unos recursos naturales increibles, y no unos maravillosos productos financieros que en realidad eran más bien castillos en el aire.
Ahora, la decisión de no rescatar parece que está reflotando de nuevo la economía, y de nuevo el modelo islandés parece excelente y a todos nos gustaría formar parte de esa pequeña isla, pero cuidado, porque ya pasaron una vez del cielo al infierno en pocos meses, y aunque la progresión de la economía es buena, no parece que hagan mucha gracia en países tan fuertes como Reino Unido y Holanda las políticas que están llevando a cabo los nórdicos, y las agencias de rating amenazan con dar la peor de las calificaciones a sus bancos. No parece una gran idea tener malas relaciones con los que`` mandan´´ en el juego, puede dar fe de ello el Real Madrid y su nada amistosa relación con Villar.